Tu tranquilo, yo no te culpo, todos sabemos que no elegimos de quien nos enamoramos. Tan solo desearía que nuestro hubiera podido empezar antes, empezar de la misma manera en la que empiezan las explosiones, con mucha fuerza y haciendo ruido (Un ruido como el que siempre nos quedará pendiente hacer).
Tu tranquilo, te puedes ir con la conciencia muy tranquila, porque aunque a mí me duele verte de su mano en vez de la mía, hay una cosa que yo se, Y que ella ni se imagina: ella, aunque pase el tiempo, nunca llegará a estar tan dentro de ti como estuve yo, y eso que lo nuestro nunca llegó a empezar.
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