¿Qué contestar a la gente que sigue menospreciando la tarea
de un educador? Por desgracia, muchos de los nuevos estudiantes de educación
nos hacemos esa pregunta todavía en estos momentos.
Para mi, no deberíamos centrarnos en encontrar una solución a
esa pregunta, sino que debemos luchar para que esa pregunta no se vuelva a plantear
nunca más.
La lucha va a ser larga y nos va a costar, pero bueno nadie
consigue nada sin dejarse la piel y nosotros contamos con un ingrediente
sorpresa: vamos a educar a los más pequeños (y algunos a los no tan pequeños),
y vamos a poder cortar este problema desde la raíz, educándolos de una manera
que haga que las próximas generaciones de educadores y profesores no pasen las
mismas luchas que nosotros.
Asique, compañeros, preparad vuestras mentes para el papel
que, aunque la gente no nos quiera otorgar, nosotros tenemos en el mundo.